Los radiofármacos son un grupo de medicamentos especiales dentro de los medicamentos de uso humano, ya que se trata de compuestos radioactivos utilizados para el diagnóstico y/o el tratamiento de enfermedades.
Estos radiofármacos se caracterizan por su carácter radiactivo, por lo que su gestión y almacenamiento está regulado para garantizar la seguridad tanto del profesional de la Medicina Nuclear como del paciente; también se caracterizan por la necesidad de contar con un proceso de preparación antes de su uso, condición por la que hay que tener muy en cuenta su periodo de validez y condiciones de almacenamiento.
Son las unidades de Radiofarmacia las responsables de adquirir, almacenar, preparar y dispensar los radiofármacos. Dada la naturaleza de los radiofármacos, todas las unidades de Radiofarmacia están consideradas como instalaciones radioactivas de segunda categoría, según la disposición tercera de la Ley 33/2007, de reforma de la Ley de creación del Consejo de Seguridad Nuclear. Por ello, el acceso a esta área es restringido al personal autorizado, que además debe de cumplir con unos procedimientos de seguridad basados en la distancia, el tiempo y el blindaje.
La zona de almacenaje de estas unidades de Radiofarmacia debe de garantizar la correcta conservación de los radiofármacos en las condiciones exigidas de temperatura, humedad, exposición y blindaje. Dado que la mayoría de los radiofármacos son emisores gamma, se empleará para su almacenamiento blindajes de plomo (ladrillos, castillos y gammatecas), distinguiendo además diferentes áreas de almacenamiento: para radiofármacos, para otros materiales radiactivos como generadores, y para residuos radiactivos.
Hay que tener en cuenta que una vez que llegan los radiofármacos a la zona de almacenaje hay que registrar y verificar la recepción de radiofármacos; se debe consignar al menos, el nombre del radiofármaco, actividad y fecha de calibración, fecha de recepción, nombre del laboratorio fabricante, número de lote y fecha de caducidad.
El área de gestión y preparación de radiofármacos tiene que estar perfectamente delimitada para garantizar las condiciones higiénicas de todo el proceso. En esta zona es importante realizar un control y registro diario de la temperatura para evitar la rotura de la cadena de frío, así como el control de las caducidades de los productos radiactivos.
Es importante que toda la preparación extemporánea de los radiofármacos se realice en cabinas de seguridad biológica blindadas, asegurando así la correcta esterilidad del entorno.
Por último, hay que recordar que todo el personal que trabaje en una unidad de Radiofarmacia puede estar expuesto a la radiación, por lo qué esta se debe de controlar a través de dosímetros personales, controlando así la posible contaminación del personal y de las zonas de trabajo. Cualquier contaminación debe ser eliminada o en su defecto, controlada hasta alcanzar niveles de radiación apropiados.
En definitiva, la gestión y almacenamiento de los radiofármacos es un proceso altamente regulado que garantiza la seguridad y eficacia en el ámbito de la Medicina Nuclear. Si te apasiona el mundo de la salud y la tecnología, formarte como Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear es una excelente oportunidad para desarrollar una carrera con alta demanda en el sector sanitario. En nuestro centro de formación, te preparamos con los conocimientos y habilidades necesarias para trabajar en unidades de radiofarmacia, aplicando las mejores prácticas en seguridad y gestión de materiales radiactivos. ¡Da el primer paso hacia tu futuro profesional con nosotros!
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