La protección radiológica es una herramienta indispensable en el campo de la Medicina Nuclear y la imagen diagnóstica. Su objetivo está claro: proteger tanto a los pacientes como al personal sanitario de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes.
Si bien es cierto que dichas radiaciones conllevan un beneficio indiscutible para la prevención, diagnóstico y tratamiento de múltiples enfermedades, en pruebas como radiografías, tomografías o radioterapia, también suponen un riesgo que hay que minimizar. Por ello, la exposición a estas radiaciones debe de ser controlada y minimizada para prevenir sus posibles efectos adversos.
Cualquier proceso con radiaciones ionizantes debe de estar claramente justificado para realizarse. Una actividad con radiaciones ionizantes se considerará justificada si proporciona un beneficio neto positivo
Una vez justificada la actividad con radiaciones ionizantes, se debe de optimizar su uso para garantizar que la dosis utilizada sea la correcta, lo más baja posible pero garantizando la calidad del diagnóstico o el tratamiento. Así, se realizará reduciendo el riesgo de las radiaciones tanto para los trabajadores o TSIDMN, como para los pacientes.
Se refiere a limitar la cantidad de exposición tanto en trabajadores como en pacientes, asegurando que no excedan los niveles de radiación ionizantes considerados seguros. Estos límites no se marcan de manera aleatoria, sino que están basados en evidencias científicas que relacionan las dosis concretas con el posible riesgo de efectos negativos.
Sí, y nuestros alumnos de Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear se preparan especialmente para ponerlos en práctica y garantizar la seguridad del paciente y del personal sanitario.
Podemos hablar de varios métodos muy utilizados como el uso de dispositivos de protección personal, tales como delantales de plomo, protectores tiroideos y gafas plomadas; con este material nos protegemos de la radiación dispersa durante la realización de las pruebas diagnósticas o tratamientos.
Otra de las medidas de prevención es el control de calidad que los equipos diagnósticos y de tratamiento deben de pasar. Son controles periódicos que aseguran que funcionan correctamente, garantizando así que no se produzcan exposiciones innecesarias o excesivas a las radiaciones ionizantes.
Por último, destacamos una de las herramientas de prevención más importantes y en las que se implican especialmente los FP DUAL TSIDMN: la formación continua en protección radiológica. Dicha formación incluye la actualización tanto en técnicas como en normativa.
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