Evaluar el desarrollo de habilidades motoras de un menor es muy importante en un entorno educativo, especialmente en los primeros años de vida. Por eso, el profesional TSEI debe conocer las fases y factores que determinan el desarrollo motor de un niño o niña.
En primer lugar, debe de conocer las dos áreas principales del desarrollo motor: las habilidades motoras gruesas, responsables del movimiento – por ejemplo saltar, correr, sentarse, etc.- y las habilidades motoras finas – que requieren más precisión, como comer solo, jugar con piezas pequeñas, o coger un lapicero o color.
Conociendo estos dos ámbitos, el profesional TSEI tendrá en cuenta distintos factores para evaluar el desarrollo motor del menor:
Aquí se engloban condicionantes como la edad y maduración propia del niño.
Si bien la mayoría de las habilidades motoras se pueden analizar de manera objetiva por rango de edad, éstas también pueden verse influenciadas por factores como su peso, envergadura corporal, tono muscular o desarrollo mental propio.
Del mismo modo, la genética influye en el desarrollo motor del menor.
Desarrollo motor en la infancia
El entorno del menor tiene una importante influencia en el desarrollo de sus habilidades motoras. La estimulación temprana es un condicionante importante en el desarrollo psicomotor del menor, al igual que un entorno seguro.
Los estímulos sensoriales como la vista, el tacto o el oído son fundamentales desde las primeras etapas de la vida para que el cerebro vaya adquiriendo habilidades psicomotoras.
Además, y es una herramienta muy utilizada por los TSEI, la estimulación motora a través del juego y la exploración del entorno son actividades que permiten trabajar dicho desarrollo.
Por último, hay que destacar como factor externo una correcta nutrición del menor, ya que desempeñará un papel crucial en su desarrollo motor.
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